Un paseo por la historia de San Babilés

Laura Carretero

Las fiestas de San Babilés se celebran en el mes de mayo. La romería siempre coincide con el último domingo de mes y  conmemora la muerte de Santo, sus hermanos y más de ochenta niños que fueron asesinados a manos de los almorávides, en el año 815.

Estas fiestas son “muy apreciadas” por los boadillenses, que aseguran que la celebración es una de “las tradiciones más importantes” de la localidad. En su honor se organizan actividades para que pequeños y mayores disfruten de estos días.  

La paella popular es uno de los actos que más éxito tiene entre los vecinos del municipio.  “Servimos 1.500 raciones”, señala un miembro de la Junta Directiva de la Hermandad de San Babilés.

Historia

Uno de los cambios que ha sufrido esta festividad es el lugar donde se desarrolla. Antes de la Guerra Civil se celebraba en la ermita, donde se creé que  se encuentran los restos de San Babilés. Después de la contienda, los árboles de la zona desaparecieron y se trasladó al Polideportivo.

La programación ha ido variando a lo largo del tiempo con nuevas propuestas. La visita guiada al Cerro de San Babilés se incorporó hace dos años y es una de las actividades que más popularidad tiene entre los ciudadanos. En este recorrido los vecinos salen desde el `Ferial de Boadilla´ y se dirigen al Cerro, donde se encuentran las ruinas de la antigua ermita y “los supuestos”  restos de San Babilés, sus hermanos y los niños.

La festividad no ha sufrido grandes cambios en los últimos años y el respeto a la tradición es un encanto añadido para los que optan por Boadilla como lugar de residencia.  “Yo llegué hace algunos años y disfruto de esta fiesta como uno más”, explica uno de los vecinos. “No conviene cambiar mucho las tradiciones”, añade otro boadillense.

Los habitantes del municipio, tanto los que han nacido en Boadilla como los recién llegados, se muestran satisfechos con la celebración de las fiestas de su patrón y aseguran que es “una fiesta que se vive con mucho sentimiento”.