"La jubilación es un tiempo para disfrutar de la vida"

Juan Castelblanque

Lina Sanz lleva cinco años al frente ADECUR, una tarea que le roba mucho tiempo, pero que le aporta enormes satisfacciones. Cuando se prejubiló se dijo “ahora me toca a mí y no haré nada que no me sirva para disfrutar y enriquecerme cultural y socialmente”. En eso está.

¿Cómo surgió la idea de crear ADECUR?

El nacimiento de ADECUR tuvo sus antecedentes en el año 2000.Por aquel entonces media docena de amigos, alumnos de las clases de yoga, organizaron una tertulia, bien vista por la Concejalía de Servicios Sociales, que prestó el salón multiuso de Rioja 2, los jueves de 6 a 8 de la tarde y también los viernes de 11 a 1 del mediodía.

En aquellas tertulias se exponía un tema que luego era comentado por los asistentes. Después de cada sesión, los contertulios se iban a un bar a tomar unos pinchos y una copa y, luego, cada uno a su casa.

El grupo de contertulios fue creciendo, por lo que se decidió crear una asociación, y de aquellos tiempos hemos llegado a estos. Las cosas, las personas y las circunstancias han cambiado un poco, pero la ilusión por reunirse, por conocernos un mejor y por estar juntos un rato a la semana sigue siendo la misma, y ¡ojala que sigamos en esta línea!

¿Qué tipo de actividades realizáis?

Como viene siendo habitual, en ADECUR damos prioridad y realizamos gran cantidad de actos culturales y de relaciones sociales entre nuestros socios, como son traer conferenciantes externos y conferenciantes-socios, que son expertos en los temas elegidos: arte, música, arquitectura, Historia, libros... Estas ponencias son de acceso libre, por lo que no sólo pueden asistir nuestros asociados sino también los vecinos de nuestro municipio. También realizamos excursiones de uno, dos o más días a diferentes lugares de España, visitamos museos y exposiciones, vamos a diferentes teatros de Madrid, vienen artistas jubilados que nos dan recitales de zarzuela, celebramos partidas de cartas y organizamos cuatro certámenes  al año; de literatura, chistes, fotografía y declamación. También celebramos varios almuerzos o encuentros de confraternidad, a los que asisten gran número de socios, además de una copa de verano, antes de las vacaciones, y un almuerzo de Navidad.

Quiero reseñar que todas nuestras actividades se hacen en transporte privado y concertado que sale  de Las Matas y de Las Rozas y regresa al punto de origen.

¿Cómo ha evolucionado ADECUR con el pasó del tiempo?

Muchísimo, poco a poco nos hemos ido sumergiendo en las nuevas tecnologías. Ahora tenemos un correo electrónico, adecur@adecurlasrozas.es, y una página web, www.adecurlasrozas.es. Además, editamos un boletín cinco veces al año, que sirve de vehículo para las colaboraciones de los socios, convocatoria de actos y actividades y comunicación de los fallos de los certámenes. También se ha formado un grupo de socios que, varias veces al año, nos hacen disfrutar con lecturas teatrales.

Poseéis un programa de voluntariado, ¿cómo surgió la idea y en que consiste?

La idea surgió porque queríamos crear un Servicio del Mayor para ayudar a los mayores. Primero, un grupo de socias comenzó por el acompañamiento en residencias. A continuación, otro grupo se prestó a colaborar de forma voluntaria y totalmente altruista en el Centro de Mayores de Las Rozas.  Para todos los vecinos de la zona noroeste impartimos conferencias en la sala donde nos reunimos y clases de informática. Además, celebramos cuatro seminarios-coloquios a lo largo del año, que en el curso 2012/2013 trataron sobre literatura, Historia, asuntos sociales y convivencia, todos ellos moderados por socios de ADECUR. ¡Seguro que en el futuro se nos irán ocurriendo más actividades!

¿La jubilación supone disfrutar de la vida?

Totalmente de acuerdo. En mi caso, y estoy segura de que en el de muchos jubilados. Antes al mismo tiempo que trabajaba para una multinacional, cuidaba del marido, los hijos, una madre viuda, la casa... y apenas tenía tiempo para mí misma.

Cuando me prejubilé pensé: ahora me toca a mí y no haré nada en el futuro que no me sirva para disfrutar y enriquecerme cultural y socialmente hablando. Y aquí estoy, con una agenda casi más apretada que antes. Dirijo esta asociación desde hace más de cinco años, donde mi marido, que también es socio, y yo hemos hecho nuevos y buenos amigos, disfruto de mis nietos e hijos, y me organizo para hacerlo todo sin estresarme, porque, sobre todo, me gusta trabajar de forma voluntaria para los demás.

A todas esas personas que cuando se jubilan se entristecen porque no saben que hacer con su tiempo, ¿qué consejo les daría?

Que se vengan a ADECUR. Nuestro principal fin es que nadie se sienta solo. Llega un momento de nuestra vida en que necesitamos sentirnos acompañados, viajar con personas de nuestra edad, intercambiar opiniones, tener siempre a alguien al lado a quien contar algún problemilla que otro. Por eso, organizamos tantas actividades de tipo cultural y social, en las que pasamos varias horas juntos y eso hace que, al compartir nuestras vivencias, nunca nos sintamos solos.

En nuestra sociedad hay muchas personas que tienden a dejar de lado a los mayores, ¿qué le diría?

Que no saben lo que se pierden y que si son afortunados a esa edad también llegarán ellos y entonces, aunque algo tarde, comprenderán muchas cosas.

¿Cuánto puede aportar un mayor a la sociedad y a la familia?

Pues, si nos fijamos en los tiempos en que vivimos, muchísimo. Hoy en día, por la falta de trabajo y de ilusión de mucha gente joven, gracias a las pensiones de los padres, e incluso de los abuelos, muchas personas disponen de un plato de comida y de una cama donde dormir. Eso sin olvidarnos de la ayuda inestimable que también prestan en el cuidado de los nietos. Alguien me dijo el otro día que ha bajado mucho el número de niños en las guarderías y, a poco que se piense, ya sabemos quiénes están cuidando de esas personitas.